- Ramiro, amor, hoy cumplimos 20 años de casados. Quiero que me lleves a cenar, a ver un buen espectáculo y a bailar.
- Eso era lo que tenía planeado, querida.
- Pues quiero que me lleves al "Passapoga".
- ¿Qué? ¿Estás loca? ¡Eso es un night club de sexo!
- Ramiro, quiero que me lleves ahí y punto.
Sin otra opción para Ramiro, se van al "Passapoga". Apenas llegan al sitio el portero dice:
- ¡Don Ramiro! ¡Qué gusto!
- ¿Te dijo don Ramiro? ¡Te conoce, eh!
- ¡Y cómo no me va a conocer si este tipo trabaja como electricista en el edificio de mi oficina!
Ya dentro los recibe Álex, el gerente:
- ¿Cómo está, don Ramiro? La mejor mesa como siempre, ¿verdad?
- ¿Este también es electricista en tu oficina, Ramiro? ¡Te voy a matar!
- No, no, este señor me conoce porque es el que me vendió la Ford Explorer que te compré.
En ese momento se apagan las luces. Ramiro y su mujer se sientan y empieza el espectáculo. En eso aparece una mujer sensacional que empieza a hacer un strip tease. Cuando se queda en tanguita se acerca a la mesa de Ramiro y muy cariñosa le pregunta a toda la concurrencia:
- Y ahora, ¿quién me va a quitar el tanguita?
Todos los presentes se ponen a gritar en coro:
- ¡Se ve, se siente, Ramiro con los dientes!
La esposa no aguanta más y sale corriendo, se mete en un taxi y Ramiro la sigue.
Ya dentro del vehículo la mujer empieza a pegarle y a gritarle.
- ¡Eres el hijo de puta más grande de toda la historia!
Se quita un zapato e histérica comienza a pegarle y a gritarle groserías. En eso el taxista se da la vuelta y exclama:
- ¡Dios mío, don Ramiro... mire que hemos llevado putas locas! ¡Pero como esta ninguna!
