miércoles, 22 de diciembre de 2010

Doña Virtudes

El cura en el sermón de la misa:
- Queridos hermanos, en el sermón de hoy os voy a hablar de la Virgen María. Y para ello vamos a compararla con nuestra mejor feligresa: doña Virtudes. Doña Virtudes es todo un ejemplo de bondad y caridad cristiana, que dedica todo su tiempo en ayudar a los pobres y desfavorecidos. Es la encargada de cuidar nuestra iglesia, arreglándola y cuidando de que no falten flores. Todos los meses hace a nuestra parroquia un donativo de 500 € para nuestras obras. Cuando ha hecho falta ha ido a visitar a enfermos e incluso hacerse cargo de sus labores domésticas. Acude diariamente a misa y siempre comulga y se confiesa. Y sé perfectamente que en sus 70 años no ha conocido varón y permanece virgen. Colabora con varias ONGs de ayuda al tercer mundo. Lleva 48 años impartiendo la catequesis a los niños de la feligresía. Estuvo hace algunos años de voluntaria en diversos países africanos cuidando a los enfermos de sida, lepra y malaria. Cuando se le ha pedido ha acogido en su casa a indigentes y los ha vestido y alimentado. Si se la necesita está siempre dispuesta a ayudar y a desvivirse por los demás. En fin, es todo un ejemplo de bondad, generosidad y servicio y amor al prójimo. Pues bien, doña Virtudes...¡¡ES UNA HIJA DE LA GRAN PUTA COMPARADA CON LA VIRGEN MARÍA!! 

La viuda y Correos

Había un hombre que trabajaba en la oficina de Correos, cuyo trabajo era procesar las cartas que traían la dirección ilegible.

Un día llegó a sus manos una carta que traía escritura temblorosa y que iba dirigida a Dios, pero no tenia dirección alguna. Como esa carta no iba a ir a ningún lado, decidió abrirla para ver de qué se trataba.

‘Querido Dios: Soy una viuda de 84 años que vive de una pequeña pensión. Ayer alguien me robó el monedero, que tenia 200 euros. Era lo que me quedaba para el mes, y ahora voy a tener que esperar hasta el mes que viene. No sé que hacer.

El próximo domingo es Navidad y había invitado a dos amigas mías a cenar, pero sin dinero, no tendré qué ofrecerles; no tengo ni comida para mí. No tengo familia y eres todo lo que tengo, mi única esperanza. ¿Me podrías ayudar? ¡Por favor!
Sinceramente, María.’

Fue tal el impacto que la carta causó al empleado postal, que decidió mostrarla a sus compañeros de trabajo. Todos quedaron sorprendidos, y comenzaron a buscar en sus bolsos y carteras. Al final de la tarde habían hecho una colecta de 170 euros. Los guardaron en un sobre y lo mandaron a la dirección de María.

Esa tarde, todos los empleados que cooperaron sintieron un rico calorcito en el ambiente y una sensación de satisfacción que tal vez no experimentaban desde hacia mucho tiempo, al saber lo que habían hecho por María y sus amigas.

Llegó la Navidad y se fue.

Algunos días después de la Navidad, llega la oficina de correos otra carta de María. La reconocieron inmediatamente por la escritura y porque iba dirigida a Dios. La abrieron y todos con curiosidad leyeron lo que decía:

Querido Dios: Con lágrimas en mis ojos y con todo el agradecimiento de mi corazón te escribo estas líneas para decirte que hemos pasado, mis amigas y yo, una de las mejores Navidades de la vida. Y todo por tu maravilloso regalo. Debes saber que siempre hemos sido fieles a tu mandato y hemos guardado todos tus mandamientos, tal vez esa sea la razón de tu benevolencia con nosotras. ¡Gracias, Dios! Por cierto, faltaban 30 euros. Seguramente se los quedaron esos hijos de puta de Correos.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Manicomio (dedicado a Esperanza)

Alberto y Alicia son ambos pacientes en un hospital mental
Un día mientras caminaban cerca de la piscina del hospital, Alberto inesperadamente saltó a la piscina y cayó hasta el fondo, donde permaneció sin moverse.
Alicia rápidamente entró para salvarlo, nadó hasta el fondo y lo sacó.
Cuando el director del hospital se enteró del acto heroico de Alicia, ordenó que se le diera de alta del hospital, pues consideraba que ella ahora estaba mentalmente estable.
El director le dijo a Alicia:
- Tengo dos noticias para ti... una buena y una mala.
- La buena es que ya te dimos de alta, al meterte a la piscina y haber salvado la vida de otro paciente has demostrado que eres capaz de responder razonablemente ante una crisis, por esto llegué a la conclusión de que ya estás mentalmente sana y puedes abandonar el hospital'
- 'La mala noticia es que, Alberto, el paciente a quien le salvaste la vida, se colgó en el baño con el cinturón de su bata... momentos después de que le salvaste la vida. ... Alicia, lo siento mucho, Alberto está muerto.
Alicia muy sorprendida le contesta al director:
- No se colgó él.... lo colgué yo para que se secara.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Chistes de Lepe

1.- Van dos de Lepe en un bote.
- Oye Bartolo ¿Tú sabes por qué los buzos se tiran al mar hacia atrás?
- ¡Hombre! ¡Si se tirasen hacia delante caerían dentro del bote!

2.-Dos leperos se encuentran en un camino. Uno llevaba una bolsa al hombro.
- ¿Qué tienes en la bolsa? -dice el otro.
- Pollos -responde el primero
- Si acierto cuantos llevas ¿puedo quedarme con uno?
- Si aciertas puedes quedarte con los dos.
- Bueno, pues... ¡cinco!

3.- Le dice un lepero a otro:
- Oye Paco, he comprado un condensador de protones estroboscópicos con fisionador calimastrado y lo he puesto en mi patio.
- ¡EEEEEE! Espera un momento. ¿Qué diantres es un patio?

4.- ÚLTIMAS NOTICIAS
Lepero suicida mata a su hermano gemelo por error

5.- CURVA PELIGROSA
Uno de Lepe conducía por un camino secundario, cuando vio un cartel que decía: 'Curva peligrosa a la izquierda'. Sin dudar, giró a la derecha.

6.- AGENDA DE TELÉFONOS
¿Por qué los leperos usan solamente la letra 'T' en sus agendas de teléfonos?
- Teléfono de Antonio, teléfono de Luis, teléfono de...

7.- Un lepero entra un lunes en una zapatería y después de probarse unos cuantos pares, elige unos italianos muy elegantes. Al entregárselos el empleado le advierte:
- Señor, estos zapatos suelen apretar bastante los cinco primeros días.
- No hay problema -responde, no los voy a usar hasta el próximo domingo.

8.- Uno de Lepe pregunta a su padre
- Papá, ¿puedo salir a ver el eclipse?
- Está bien hijo, pero no te acerques demasiado.

9. Se encuentran dos leperos
- Sabes, al final encontré trabajo en Santiago.
- ¿De qué?
- De Compostela.

10.- Llama un lepero por teléfono y le contestan
- ¿Sí?
- Doctor, doctor, mi mujer está a punto de dar a luz.
- ¿Es su primer hijo?
- No, soy su marido.

11.- Le dice un lepero a otro
- Curro ¿Por qué no regaste el jardín?
- Porque está lloviendo a cantaros
- No seas vago, hombre, aquí tienes un paraguas.

12.- Se muere un lepero y se acerca un amigo al hijo.
- Lo siento.
- No, déjalo acostado, tal como está.

13.- Comienza la música y un lepero que estaba un poco bebido ve una señora elegantemente vestida de negro. Tambaleante, se acerca a ella y le dice:
- Madame, ¿Me concede el placer de este baile?
- No
- ¿Y por qué no?
- Pues por cuatro motivos:
Primero, porque usted está borracho.
Segundo, porque esto es un velatorio.
Tercero, porque el Ave María no se baila.
Y cuarto porque madame será su madre. ¡Yo soy el cura!

14.- Llega un lepero del trabajo y pregunta:
- Hijo, ¿Con qué juegas?
- Con lo que me sale de los huevos.
El padre le pega y el niño corre a decirle a su madre:
- Mamá, ya no quiero mas kinders.

15.- Dos leperos de conversación
- Anoche ligué con una tía buenísima. ¡qué piernas!, ¡qué pechos!, qué culo!
- ¿Y de cara?
- Ah, eso si, ¡carísima!

16.- Se juzga a un lepero y dice el fiscal al acusado:
- A ver, ¿por qué disparó dos tiros contra su suegra?
- ¡Por qué no tenía mas balas!

17.- Dos leperos. Uno le pregunta al otro:
- ¿Qué llevas en esa cesta?
- Si lo adivinas, te doy un racimo.
- ¡¡ Croquetas!!

18.- Un lepero en el viaje de Colón.
- Almirante, quince carabelas se acercan
- ¿Una flota?
- No, flotan todas.

19.- Se hunde el barco y el capitán, que era de Lepe, le dice al contramaestre
- Coja ese pico, rompa la ventanilla y larguémonos de aquí en una barca salvavidas.
- Pero,... mi capitán, aún hay mujeres a bordo.
- Si hombre, para follar estoy yo ahora.

20.- Llega un niño de Lepe a casa.
- Mamá, mama en el colegio me llaman imbécil
- Bueno ¿y a mi qué?
- A ti puta.

21.- Dos de Lepe se van al bosque en busca de un abeto para Navidad. Después de dos horas dando vueltas, uno le dice al otro:
- Bueno, ¡ya está bien! El próximo abeto que veamos lo cogemos tenga o no tenga bolas de navidad.

22.- Coge un lepero el teléfono.
- Hola. ¿Es el nueve, cuatro, dos, ocho seis, siete, nueve, uno, cuatro.
- Si, si, no, si, si, no, si, no, si.