viernes, 6 de julio de 2012

El perro del pastor

Un pastor que vivía en el campo sólo con su perro. Un buen día se muere el perro. El hombre, muy apenado, baja al pueblo y se dirige a la iglesia. 
- Padre, disculpe, se me ha muerto el perro y yo quería decir una misa por la pobre criatura ... que era mi mejor amigo ...
- No, lo siento mucho, pero no celebramos servicios por animales, pero vete al pueblo de al lado que hay un cura hereje de una de esas extrañas convicciones y seguro que él está de acuerdo en darte el servicio...
- Pues muchísimas gracias, Padre. Por cierto, ¿tiene usted idea de cuanto podría ofrecer de propina? ... Yo había pensado en 1.500€. 
- Bueno, hijo, bueno, .....,  ¿por qué no empezaste diciendo que el perro era católico?