domingo, 21 de marzo de 2021

El gatito

A las 3 de la madrugada suena el teléfono de un hombre rico que disfrutaba de sus vacaciones en el Caribe.
- ¿Patrón? Buenas noches, soy Juan, el capataz de su hacienda.
- Hola, ¿pasó algo, Juan?
- No, nada grave, patrón, solo quería avisarle de que su gatito se murió.
- ¿Mi gatito?
- ¡Sí, patrón, ese mismo!
- Pero... ¿qué le ha pasado al gato?
- Que comió un poco de carne podrida y le hizo daño.
- ¿Qué? ¿Y quién le dio carne podrida?
- Nadie, patrón, él se la comió de uno de los caballos que estaban muertos.
- ¡¿Caballos?! ¡¿Qué les pasó a mis caballos?!
- Pues verá, patrón, dos de sus caballos purasangres se murieron de cansancio, por tener que cargar tanta agua.
- ¡¿Qué?! ¿Y por qué cargaban mis purasangres agua?
- Verá... ¡Para apagar el fuego!
- ¡¿Fuego?! ¡¿Qué fuego?! ¡¿Dónde?! 
- En su casa, patrón. Una vela se cayó debajo de una cortina y prendió fuego a la casa.
- ¡¿Vela?! ¡¿Pero quién coño encendió una vela en mi casa, si tiene electricidad?!
- Fue una de las velas usadas en el velatorio.
- ¡¿Velatorio?!... ¡¿Qué velatorio?!
- El velatorio de su mamá, patroncito. Verá... ella llegó en la madrugada... sin avisar... y yo le metí un balazo pensando que era un ladrón.
- ¡¡NOOOOOOOOOOOO!! ¡¡NO PUEDE SER!!
- ¡Ya, ya, patrón, no exagere, hombre! ¿Tanto escándalo por un gato?

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