miércoles, 16 de abril de 2008

La Orden del Silencio

Un tío que llevaba una vida muy desenfrenada: lujuria, mujeres, sexo y, en medio, alcohol, apuestas, robos, drogas...En fin, que si no ponía remedio se iría con el demonio pinchapapas cuando estirase la pata. Así que decidió purgar su mala vida y fue a un monasterio para su ingreso, concretamente en la Orden del Silencio.
-Mire usted-le dijo el Padre Prior-, esta Orden se caracteriza por que sólo puede decir dos palabras en 10 años. Así que retírese a su celda y no lo olvide.
El ya monje se retira y pasan 10 años sin que se le escuchara decir ni pío. Así que lo manda llamar el Padre Prior.
-Han pasado 10 años y por tanto puede decir dos palabras. Y dice el monje:
-Comida fría.
-Vale, hermano, ya puede irse.
Y así que pasan otros 10 años y el monje que no abre la boca. El Padre Prior lo manda llamar a su presencia.
-Hermano, han pasado otros 10 años y no ha hablado. Tiene derecho a decir dos palabras.
Y dice el monje:
-Cama dura.
-Muy bien hermano. Ya puede retirarse.
Pasan 10 años más y el monje que no dice ni mu. De nuevo va ante la presencia del Padre Prior.
-Hermano, transcurridos otros 10 años, y como no ha hablado, puede decir sus dos palabras. Y dice el monje:
-Me voy.
-No me extraña, si se ha pasado todo el tiempo quejándose.

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