Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro:
-Me separé de mi esposa.
-¡No me digas! ¿Y cómo lo hicisteis?
-Con un abogado. Él nos ayudó a realizar la repartición de bienes.
-¿Y tus hijos?
-Muy fácil. Decidimos que el que se quedara con más dinero se quedaba con los niños.
-¿Y quién se quedó con ellos?
-El abogado.
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