miércoles, 26 de septiembre de 2012
Catedrático de Derecho
Un joven estudiante de Derecho, habiendo suspendido
el examen final, interpela a su severo catedrático, célebre por su aguda mente jurídica, y le pregunta:
- “Profesor, ¿entiende Ud. realmente todo lo referente a su asignatura?”
- ”Creo que sí, de otro modo no sería catedrático ¿no le parece?” - “Profesor, ¿entiende Ud. realmente todo lo referente a su asignatura?”
- "Muy bien. Entonces me gustaría formularle una pregunta. Si puede darme la respuesta correcta, aceptaré gustosamente su suspenso. De lo contrario, tendrá que darme Matrícula de Honor...”
- ¿Cuál es su pregunta?
- "Muy sencillo: ¿Qué es LEGAL pero no LÓGICO, LÓGICO pero no LEGAL y ni LÓGICO ni LEGAL?"
Por mucho que el profesor se estruja su célebre mente jurídica, no consigue dar con la respuesta acertada. Así que se da por vencido, y cambia el suspenso por una matrícula.
Durante el resto del día, el profesor sigue devanándose los sesos con la maldita pregunta. Al día siguiente convoca a los estudiantes más brillantes de su clase, y les anuncia que tiene una pregunta muy difícil:
- “¿Qué es LEGAL pero no LÓGICO, LÓGICO pero no LEGAL, y ni LÓGICO ni LEGAL?”
Para su sorpresa y vergüenza, todos los estudiantes alzan la mano.
- “Está bien!” -dice el profesor, pidiendo la respuesta a su estudiante favorito.
- “¡Es muy fácil, profesor!, usted tiene 70 años y está casado con una mujer de 25, lo cual es LEGAL, pero no LÓGICO. Su mujer tiene un amante de 22 años, lo cual es LÓGICO, pero no LEGAL. Y el amante de su mujer ha suspendido el examen y usted le acaba de dar Matrícula de Honor, lo cual no es ni LÓGICO ni LEGAL...”
En el AVE
Un hombre está sentado
en el AVE con destino Sevilla, esperando a que el tren se ponga en marcha desde
la estación de Atocha. En ese momento,
descubre a una mujer absolutamente despampanante que está entrando en el tren.
Se da cuenta que se dirige hacia su asiento y... ¡Dios existe! se acomoda en el
lugar de al lado.
Tras mucho dudar, al final pregunta con timidez:
-Ho-hola... ¿Para qué vas a Sevilla? ¿Trabajo o placer?
Ella lo mira y le responde de manera sensual:
-Trabajo. Voy a la III Convención Anual de Ninfómanas de la Unión Europea.
Traga saliva. Aquí está una de las mujeres más hermosas que ha visto en su vida, sentada a su lado ¡¡y va a una convención de ninfómanas!! Luchando por mantener la compostura, le pregunta fingiendo estar calmado:
-Ah sí, de ninfómanas.... ¿Y qué hace usted exactamente en esta
convención, si no es indiscreción?
-No, por Dios. Soy una de las ponentes -le responde-. Hablo desde mi dilatada experiencia, para desmontar muchos tópicos erróneos sobre la sexualidad.
-¿De veras? -sonríe- ¿Y qué tópicos son esos?
-Bueno -explica-, como usted sabrá, se suele decir que los de raza negra son los hombres mejor dotados físicamente, cuando no es cierto, en realidad son los indios Cherokee los que poseen esta cualidad. Otro mito muy popular es que los franceses son los mejores amantes, cuando en realidad son los de ascendencia polaca. Y también hemos comprobado que los hombres más fogosos, en cualquier categoría, son de origen gallego..
De pronto la mujer se incomoda y se sonroja:
-Perdón -le dice-, qué vergüenza, en realidad no debería estar
hablando de este tema con usted, cuando ni siquiera sé su nombre...
-Nube Blanca -le responde-, Nube Blanca Kowalsky, pero todo el mundo me llama Manoliño.
Tras mucho dudar, al final pregunta con timidez:
-Ho-hola... ¿Para qué vas a Sevilla? ¿Trabajo o placer?
Ella lo mira y le responde de manera sensual:
-Trabajo. Voy a la III Convención Anual de Ninfómanas de la Unión Europea.
Traga saliva. Aquí está una de las mujeres más hermosas que ha visto en su vida, sentada a su lado ¡¡y va a una convención de ninfómanas!! Luchando por mantener la compostura, le pregunta fingiendo estar calmado:
-Ah sí, de ninfómanas.... ¿Y qué hace usted exactamente en esta
convención, si no es indiscreción?
-No, por Dios. Soy una de las ponentes -le responde-. Hablo desde mi dilatada experiencia, para desmontar muchos tópicos erróneos sobre la sexualidad.
-¿De veras? -sonríe- ¿Y qué tópicos son esos?
-Bueno -explica-, como usted sabrá, se suele decir que los de raza negra son los hombres mejor dotados físicamente, cuando no es cierto, en realidad son los indios Cherokee los que poseen esta cualidad. Otro mito muy popular es que los franceses son los mejores amantes, cuando en realidad son los de ascendencia polaca. Y también hemos comprobado que los hombres más fogosos, en cualquier categoría, son de origen gallego..
De pronto la mujer se incomoda y se sonroja:
-Perdón -le dice-, qué vergüenza, en realidad no debería estar
hablando de este tema con usted, cuando ni siquiera sé su nombre...
-Nube Blanca -le responde-, Nube Blanca Kowalsky, pero todo el mundo me llama Manoliño.
Los pollos del lepero
Dos leperos se encuentran en un
camino. Uno de ellos llevaba una bolsa al hombro.
- ¿Qué tienes en la bolsa? -dice uno.
- Pollos -responde el otro.
- Si acierto cuántos llevas, ¿puedo quedarme con uno?
- Si aciertas, puedes quedarte con los dos.
- Bueno, pues... ¡Cinco!
- ¿Qué tienes en la bolsa? -dice uno.
- Pollos -responde el otro.
- Si acierto cuántos llevas, ¿puedo quedarme con uno?
- Si aciertas, puedes quedarte con los dos.
- Bueno, pues... ¡Cinco!
El pingüino del lepero
Se encuentran Venancio y Manolo, pero éste último llevaba un pingüino de la
mano, y Venancio le pregunta:
- 'Oye, Manolo, ¿pero qué haces con ese pingüino?'
- 'Pues nada, que me lo he encontrado, y no sé qué hacer con él'.
- '¡Si serás bruto, Manolo!, ¿por qué no lo has llevado al zoológico?'
- 'Hombre, pues qué buena idea. Hoy mismo lo llevo al zoológico...'
Al día siguiente se vuelven a encontrar, pero Manolo sigue con el pingüino, por lo que Venancio, extrañado, le pregunta:
- '¿Qué ha pasado contigo, Manolo, no habías dicho que llevarías al pingüino al zoológico?'
- 'Hombre, pues lo he llevado, y nos hemos divertido tanto, que hoy nos vamos al circo...'
- 'Oye, Manolo, ¿pero qué haces con ese pingüino?'
- 'Pues nada, que me lo he encontrado, y no sé qué hacer con él'.
- '¡Si serás bruto, Manolo!, ¿por qué no lo has llevado al zoológico?'
- 'Hombre, pues qué buena idea. Hoy mismo lo llevo al zoológico...'
Al día siguiente se vuelven a encontrar, pero Manolo sigue con el pingüino, por lo que Venancio, extrañado, le pregunta:
- '¿Qué ha pasado contigo, Manolo, no habías dicho que llevarías al pingüino al zoológico?'
- 'Hombre, pues lo he llevado, y nos hemos divertido tanto, que hoy nos vamos al circo...'
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